Hacía aproximadamente una década que M-Clan no pisaba un escenario en la capital del Principado de Asturias.
Ciertamente, el regreso fue apoteósico. Un concierto con el Auditorio Príncipe Felipe lleno hasta la bandera, en donde las butacas sobraban pues el público se mantuvo en pie, animado por Carlos Tarque y su banda. Un concierto en el que nadie quería ver el final.
Puntuales, comenzaron hacia las 20:30 hasta casi las 23:00. Cierto es que M-Clan tiene repertotio suficiente como para estar tocando toda la noche éxito tras éxito. La voz de Carlos tronó de principio a fin en el recinto, permitiéndose el lujo incluso de darse un paseo por entre el público.
Hubo muy buena conexión entre el grupo y los asistentes, algo muy habitual en sus conciertos. Este es uno de los motivos por el que se nos hizo corto. Un sonido impecable, una voz particular, unas letras y una música de lo mejor... ¿qué más se puede pedir?
Hay una gran verdad sobre lo pasado en el Auditorio; este fue un concierto "para no ver el final".
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